8 tips para mejorar tu vocabulario alemán

Texto por Carolina Proaño Wexman

Libros con dibujitos

Una gran ayuda para comenzar a aprender palabras son los libros para niños. No sólo porque contienen un vocabulario básico, sino también porque la mayoría maneja la asociación por imagen.

Prefiere, para comenzar, libros populares o clásicos que ya hayas leído en castellano.

Algunos links interesantes:

Los libros de comics y novelas ilustradas en alemán también son una buena alternativa. Usualmente se pueden aprender un par de docenas de nuevas palabras con ellos.

Tiendas de comics en Berlín:

Pero si ya posees un nivel un poco más avanzado, quizá te convenga leer novelas populares o best sellers «de aeropuerto».

Es decir, nada muy exigente -intelectualmente hablando-  pero entretenido.

Una muy buena opción es la revista Deutsch Perfekt.

Está dirigida a extranjeros por lo que trae artículos en distintos niveles de comprensión y vocabulario.

 

Librerías alemanas más populares:

 

Las tarjetas de memoria

Son una buena manera de estudiar sin estar específicamente estudiando. Se pueden ir leyendo en el U-Bahn, en la fila del supermercado o en la consulta del médico.

Hacerse las tarjetas uno mismo, ayuda además a internalizar y aprender las palabras más rápido.

Se recomienda que se armen grupos de 10 a 20 tarjetas. Comienza mirando la palabra en alemán y trata de pensar en su significado en español.

Cuando puedas hacerlo sin equivocarte, invierte el proceso y traduce esas palabras del castellano al alemán hasta que las manejes casi sin pensarlas.

Ve guardado las tarjetas que ya dominas en algún lugar donde puedas apreciar cómo va aumentando su volumen. Ver y reconocer tus avances tiene un gran efecto motivador.

 

El diccionario de bolsillo

El tamaño del diccionario no es proporcional al nivel y dominio de un idioma. Como en todo, depende de uno y del uso que se le de.

Es cierto que un diccionario grandote incluye más vocabulario e información sobre cada palabra que uno pequeño, pero los diccionarios de bolsillo se preocupan, específicamente, de las palabras más utilizadas en un idioma.

Además, se puede llevar a todas partes.

 

Usar otros idiomas

Saber otro idioma parecido al que se está aprendiendo es, definitivamente, una ventaja.

A los suecos, por ejemplo, les toma menos tiempo aprender alemán no sólo porque comparten muchas palabras similares, si no también porque la población maneja muy bien el inglés.

Y el inglés y el alemán son primos. Con esta ventaja, la curva de aprendizaje del idioma alemán disminuye dramáticamente para los nórdicos.

Asi que si tienes un poco de tiempo extra, comienza a aprender inglés (o sueco). Al contrario de lo que podría creerse, aprender paralelamente otro idioma mejora y refuerza el aprendizaje del lenguaje que se quiere dominar.

Como a los niños bi- y trilingües, quizás al principio se te mezclen todos los idiomas («mother, tengo Hunger»), pero con la práctica, podrás asociarlos separadamente.

Por otro lado, entre más entrenamiento tenga el cerebro, más fácil le será asimilar lo que le metas adentro. Además, aprender idiomas es siempre una muy buena inversión.

 

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