8 tips para mejorar tu vocabulario alemán
Texto por Carolina Proaño Wexman
Nosotros, terrícolas, aprendemos a hablar de dos maneras. La primera es por repetición: escuchas algo o lo lees por aquí y por allá, más de una vez, hasta que comienzas a recordarlo espontáneamente.
Y la otra forma es por asociación: Si alguien te pide que dibujes el contorno de Austria, seguramente te resultará muy difícil. Pero si te piden que dibujes el de Italia, la tarea será mucho más fácil.
Perché mio bambino? Porque casi todo el mundo sabe que Italia tiene forma de bota.
Entonces lo que hay que hacer para aprender una palabra nueva es encontrar cosas que podamos asociar con ella y que nos ayuden a recordarla.
No importa si no tienen nada que ver la una con la otra. Se trata de entrenar el cerebro hasta que la repetición de esta imagen-palabra la fije en tu cabeza.
Cuánto vocabulario debería aprender?
La mayoría de los estudios parecen indicar que si uno maneja entre dos mil y tres mil palabras en un determinado idioma, se puede funcionar en casi cualquier ambiente.
Por lo tanto, si nos concentramos en aprender y dominar sólo una palabra en alemán al día, estaríamos listos para estudiar en la universidad dentro de poco más de 6 años. Y ese nivel adquirido quizá sea igual o mejor que el de uno de nuestros compañeros universtarios.
Define tus metas y planea según ellas la cantidad de palabras que quieres aprender por día. Entre más realista seas, mejores resultados obtendrás.
La palabra del día
Elige una palabra del periódico local (Lista de diarios alemanes), tu libro de alemán o en Internet y apréndetela.
Si googleas Wort des Tages encontrarás varios sitios que te envían una palabra directamente a tu correo electrónico.
Lo mejor es levantarse con esa palabra en la mente y usarla en el transcurso del día. Escríbela varias veces y, cuando estés conversando o pensando en cualquier otra cosa, utiliza la palabra, visualízala y pronúnciala (no lo tienes que hacer en voz alta).
Acostumbra ojos y oídos
Escucha música y ve televisión alemana lo más frecuentemente posible. Tu subconsciente grabará los sonidos y acciones relacionadas a las palabras que escuches y veas.
En poco tiempo podrás reconocer los conceptos básicos y registrar las frases hechas más usadas, porque nuestra mente está diseñada para hacer estas conexiones.
Un niño aprende a hablar mirando y escuchando y relaciona una acción con el sonido que escucha: si tiene hambre, aprende a decir algo relacionado con la comida, porque eso es lo que ha escuchado.
La mente de un infante no razona todavía como para entender tiempos verbales o definición de palabras, pero su aptitud comunicacional innata lo ayuda a conectar una sensación física con la palabra correspondiente.
Ejercicios que no pasan de moda
Un truco utilizado por los estudiosos de la antiguedad es asociar la palabra con una imagen. También se puede integrar a una frase o a una canción popular. Todo sirve.
Y entre más extraña sea la asociación, mejor. Así, cuando necesites recordar la palabra, esa imagen, frase o canción te ayudará a hacer la conexión.
El proceso no es inmediato, pero con un poco de práctica te darás cuenta de lo efectiva que puede resultar esta técnica y poco a poco aprenderás a recordar las palabras nuevas sin ayuda.
Camilo Sesto fue un gran aliado durante mis primeros meses estudiando alemán:
Perdóname-Entschudig mich from Berlín en Español on Vimeo.
Y aquí: Canción para aprender las preposiciones en dativo (Dativ)
